A veces mi deseo es no mirarte,
aún así no pienso en evitarlo…
aprendo a caminar sin dispensar lo
difícil que es andar sin encontrarte,
A veces mi deseo es cautivarte,
tenerte en mi pupila sin pensarlo…
buscar a mi gemelo y recobrarlo
de la oscura prisión de tu mirar. Te
miro siempre que estas allí, posible,
alcanzable a la luz de la mirada,
como el ave que encuentra la pedrada,
como el fuego que alcanza al combustible…
Te quiero sin razón para quererte,
Te pierdo sin razón para perderte…
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