Parecés hacerme falta
cuando camino sin saber a donde
y los matices de la calle
se vuelven grises,
igual que cuando la noche termina
y la mañana no tiene prisa
en asomarse.
Hay paréntesis conectados
a nuestros silencios,
nuestros silencios construidos
con conversaciones inútiles,
las hojas que cuelgan del invierno
sirven solo para disimular
nuestras sonrisas nerviosas
y de pronto te volvés transparente.
Te abrazo como si fuera la primera vez que te veo,
con silencio,
con miradas...
Parecés hacerme falta
cuando despierto y venís a mi mente
y recreo tus idas y venidas,
igual que cuando ha llovido tanto
y las calles frías
nos hacen querer llorar.
Parecés hacerme falta.
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