viernes, 5 de diciembre de 2008

Un Trabajador Eficiente, Parte II


No es que yo sea resentido, no tengo nada en contra de los que tienen pisto y empresas y todo eso, lo que me cae mal es que no haya justicia, pagan miserias y pretenden que uno se mate por esas miserias, acá mismo hago el trabajo de tres personas y me pagan dos salarios mínimos apenas, cómo me gustaría tirarle ese pisto a la cara al estúpido ese del Alan Kruger y preguntarle si con eso puede vivir un mes, hijo de perra, tiene tres amantes el desgraciado y a las tres las tiene de gerentes en diferentes empresas, ¡qué bastardo!.

Decía que no soy resentido, por eso mismo trato de crecer acá, el sistema es una basura pero yo creo que se puede salir adelante si uno no se deja pisotear la cara, Alan Kruger es un imbécil y yo creo que soy mil veces mejor que ese imbécil, lo único con que cuenta es con el capital de su familia, el escuirrel me contó una vez que ya poco le queda a este para quebrar, que está endeudado como por cuatro generaciones y que sigue gastándose lo que no tiene el pendejo, ya quiero ver que caiga, de verdad que sí quiero, ahí es donde se ve quien es quien, no tengo capital pero tengo algo mucho mas importante, algo en lo que ningún capital es suficiente para invertir, constancia.

Para que vean que no soy resentido les voy a contar otra cosa que me cae mal, me caen mal los fregados que ni trabajan ni están contentos con su paga, y de esos como abundan, mara que sí está resentida y creen que no produciendo es la forma idónea para vengarse, por culpa de esos pendejitos es que nos tienen bien controlados a todos, creen que todos somos como ellos, aquí mismo en este departamento hay un viejo cabrón que cree que por estar sentado ocho horas debieran pagarle como ejecutivo (como si un ejecutivo ganara bien), mil veces que se lo hubieran echado a el y no al escuirrel, viejo perro, se la pasa hartándose o en el baño o acosando a las patojas, no se ni de que trabaja aquí el marrano ese, seguro que el sistema es el que los echó a perder, convierte a los jefes en amos y a los trabajadores en zánganos farsantes.

Si yo fuera el mero mero me lo traigo a la oficina y lo encaro, le doy un par de días para ver si se compone la cosa y si no pues lo echo y ya, el problema es que la gente cree que nadie más puede hacer lo que ellos hacen, yo les digo que cualquiera puede hartarse, cagar y chulear a las patojas mucho mejor que ese viejo tonto.

No me considero culebrón, esas cosas de verdad que sí me caen mal, lo que sí creo es que hay que trabajar, este sistema se supone que como funciona es que uno trabaja y le pagan a uno por ello ¿no? No es de que uno cae bien y le pagan, o que uno culebrea y le pagan, o que uno es ponededos y le pagan, no se supone pues.

Como quisiera que las cosas fuesen distintas, yo creo que es de organizar, nada mas, control, esa es la palabra, pero un control eficaz, no solo estar espiando enfermizamente a los trabajadores, suponiendo que buscan la manera de cómo robar tiempo, como robar papel, como robar grapas, como robar engrapadoras, como robar fotocopias, eso no es control, eso es paranoia, es ser loco y miserable, no, yo hablo de control de todos lados, que no haya abuso de ningún lado, eso, que hayan salarios justos, trato digno y trabajo efectivo, el que no trabaja que lo manden a la calle y el que no pague lo correcto, pues que lo pongan a vivir con la mugre de salario que paga, eso, por eso no salimos adelante, todos quieren ver solo como se aprovechan.

(continuará...)

No hay comentarios: