V
En el púlpito vacío del cielo
se enciende alguna pira anticuada,
y viene una canción
para cada lamento
trocado en flor de hielo.
La clave se quedó en el ciruelo que vio
transcurrir entre mi infancia
la luz, la emoción y la fragancia de ayeres
borrados por el viento.
Me queda
tan solo el descontento,
mi tiempo se fue
volando a Francia.
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