No encuentro en nada el regalo perfecto,
Ni en las palabras, ni en caros obsequios,
No hay cosa alguna por más alto precio
Que pueda mostrar fielmente mi afecto.
El corazón terco me lo exigía,
Debía darle algo muy bello este día,
Algo en que se plasme toda alegría,
Y al fin encontré lo que mi alma pedía,
Desde lo más alto del cielo yo vi
Un astro pequeño que apenas destella,
El nombre suyo con amor yo le di,
Ana Lucía se llama esa estrella,
Con todo respeto y con mucho cariño,
Por la dicha suya haré votos al cielo,
Y son mis deseos aquellos de un niño,
Que las nubes quisiera tocar en un sueño,
Y en la oscura noche de un alma en pena,
Cual angel guardián que en la esquina espera,
Se encuentra aquella celeste esfera,
Que en el cielo veré hasta que muera,
Espero que nunca olvide estos días,
Días que se van y que ya se han perdido,
Pues en las noches oscuras y frías,
Serán de mi mente el reposo querido,
Con mucho cariño de usted me despido,
Amor respetuoso de mi, usted reciba,
Y en este final una cosa le pido:
Que sea muy feliz y que Dios la bendiga...
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