Una cosa que no se
me hace voltear al escuchar una sonrisa
y cada cosa en el camino,
cada trivialidad
me dice que el destino está más lejos
de lo pensado.
Cada porción de aire
me escucha indiferente
y fijo mi vista en la nada,
la sombra del todo.
Estoy acostumbrado
al silbido del aire
y a las aves que huyen,
ya no me asusta la luna.
Aún me confundo cuando trato de hallarte
y no has venido.
Constelación fugaz,
suspiro helado,
quiero tomar tu mano invisible,
insensible.
besar tu mejilla de hielo,
piedra maravillosa,
las nubes me son cómplices,
y el viento,
y el suelo húmedo,
y la noche.
Una cosa que no sé
me ata a tu sombra,
me hiere cuando capto la forma de tu ausencia,
niña tibia.
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