Las orejas
Pabellones,
capta-sueños,
adivinos receptores
que detectan estertores disfrazados
en pequeños desvaríos.
Dos los dueños de mi voz,
dos los abrigos que no olvidan,
dos amigos de tu sola conveniencia;
con murmullos
la conciencia se hace nula
en tus testigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario