Pude verte contemplándote a ti misma,
No sé si es la rutina silenciosa de pensarte a cada rato
O el simple parloteo automático de la risa en un eco apagado
Pero algo me detiene en el quicial de entre tu recuerdo y mi sueño
A veces me atrevo a dudar de haberte de verdad conocido,
A veces me atrevo a desvestirte en mis recuerdos
(como lo hice cuando no eran recuerdos sino sueños)
Y me quedo igual, un retrato blanco pegado a una pared blanca
De la primera vez que te saludé me queda el martes y la textura de tu mano
No hay comentarios:
Publicar un comentario