Dormida estabas en la convergencia
de falso y verdadero en una esquina,
mi sueño y tu cobija matutina
celebran funeral a la inocencia…
Un beso se ha vestido de inconciencia
(mas bien, le fue disfraz) un ave trina,
el mundo se hace en poco la cocina
de nuestra soledad, de nuestra esencia…
Es nada, solo un sueño y una sombra,
sin nombre, sin mirada, sin aliento,
sin luz, sin palpitar, sin un sentido…
destello fotográfico que nombra
la fuerza que pusiste en el cimiento
de la nocturnidad: Tiempo perdido…
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