Con la luz de mil estrellas
te recreo en mi memoria
y en una mueca irrisoria
te sepulto en medio de ellas.
Licor en tantas botellas
todos me saben igual
y sigo el mismo ritual
de cada noche matarte
para que nazcas en arte
¡Qué rutina demencial!
Con la luz de mil estrellas
acude presto a mi mente
el dolor que penitente
soporto entre tantas huellas
que desde el recuerdo sellas
y que haces tan imborrables
y las aguas impotables
de mi llanto sin final
no me hacen ni bien ni mal
en noches insoportables.
Con la luz de mil estrellas
vivirás eternamente
en el alma y en la mente,
con las siluetas aquellas
y las onomatopeyas
que pasan un tragaluz
haciéndose dura cruz
que estoy levantando un poco
mientras que me vuelvo loco
con mil estrellas de luz.
Con la luz de mil estrellas
tu te vuelves invisible
y mi corazón sensible
adivina que destellas.
Y las mil y una centellas
recitan siempre tu nombre.
Eres astro de renombre
en el alto firmamento
¿como negar lo que siento
si tan solo soy un hombre?
Con la luz de mil estrellas
te perdí hace muchas horas
y esas luces seductoras
son de todas tus querellas.
me llené de amor por ellas
y por eso nunca olvido
que si el cielo está cundido
de astros es que consuelo
son del firmamento en duelo
por el ángel que ha perdido.
Con la luz de mil estrellas
y con voz entrecortada
busco la dulce mirada
de tus ojos mientras ellas
desdibujan muchas huellas
que por accidente miro
mientras, amargo suspiro
se desencadena al fin
para matar el trajín
sin saber que aún respiro.
Con la luz de mil estrellas
viene el eco de tu voz
y me invita a andar en pos
de mil hermosas doncellas
buscando entre todas ellas
una imagen parecida
a aquel ángel que me cuida,
ese que noche tras noche
nos guía así sin reproche
a la tierra prometida.
Con la luz de mil estrellas
vives fija en mis pupilas
y mi mente tu refilas
con conceptos que repellas.
Las palabras se hacen bellas
e inocentes ilusiones,
fantasías en canciones
del residuo virginal
en que resides igual
aunque mueran estaciones.
Con la luz de mil estrellas
reflejándose en tu piel
y una copa de papel
con el vino de epopeyas
de canciones y de bellas
ilusiones que entre el humo
que es el tiempo en que resumo
lo que es nada pero es todo,
son luz mezclada con lodo,
fragancia de un sol que fumo.
Con la luz de mil estrellas
y un abismo entre telones
van y vienen estaciones
y las huellas, las centellas,
las doncellas, las botellas
y las huellas del pasado,
esas marcas que han quedado
como testigos silentes
de momentos permanentes
en que te tuve a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario