No existe una forma extraña de mirarte,
pues fuere como fuere
si lo he de hacer
debo ver para atrás
la calle y la realidad ajena
son una cortina que nada tiene de
real
el tiempo
madeja extraña de su-
cesiones,
con-
cesiones.
Me voy a perder en la tarde,
en el ocaso
igual que siempre
contigo (o sin ti)
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