viernes, 26 de diciembre de 2008

Un Trabajador Eficiente, Parte Final

Las cosas están cambiando, el departamento de talleres es ahora un ejemplo de eficiencia, de buen desempeño, de puntualidad, de orden y de disciplina, falta todavía por hacer, estoy conciente, pero hay que tener paciencia, hay que ser constante, esa es la clave para alcanzar cualquier objetivo, soy un claro ejemplo de ello.

Sucedieron dos cosas interesantes el día de hoy, mientras estaba yo preparando un informe para el gerente, el informe de productividad, entró sin anunciarse una señora joven, se veía que venía bastante nerviosa, se sentó sin que yo le dijera que podía, de pronto rompió a llorar, era la esposa de uno de los últimos despedidos, no recuerdo el nombre, me pintó todo el drama, incluso me dijo que su esposo había tratado de suicidarse al no hallar otro trabajo que supliera sus necesidades, no saben ustedes lo que es capaz la gente de decir cuando está desesperada y no tiene argumentos, lo que quería era que restituyera a su marido al trabajo, no es política de la empresa hacer ello, te vas y no volvés, así es como funciona, la señora era simpática y joven, me agradó y lo único que pude hacer por ella fue darle una solicitud de empleo y asegurarle que de su desempeño dependería que se quedara y que ganara bien, es una buena trabajadora, hace muy bien lo que tiene que hacer y talvez le promueva un aumento, depende de ella, no soy beneficencia tampoco.

La otra cosa que sucedió fue que recibí un correo electrónico de don Hans Kruger donde me notificaba del despido de Roberto Arrecis, el gerente, decía que por mi desempeño y por mi productividad había decidido ascenderme a gerente, sabía que eso sucedería tarde o temprano.

Don Hans me trató muy bien, de hecho me pidió que le consiguiera un administrador, me confió que Alan su hijo, estaba quebrado y que necesitaba quien pudiese sacarlo del atolladero, pagaría bien, siendo que no conozco empleado mas eficiente pues me ofrecí yo mismo a hacerlo, Alan era un estúpido por lo tanto no sería difícil sacarlo del clavo con un par de préstamos, o por lo menos hacerle creer eso, su apellido todavía pesaba y a través de el podría yo fácilmente conseguirme unos buenos centavos, quizás sería tan fácil como recortar un poquito la planilla, de todas maneras la cantidad de empleados ineficientes daba para hacerlo, daba mucho.

Otra cosa que me contó don Hans era que había que tener cuidado con los revoltosos, los carreteros que hablaban de cosas como derechos laborales y cosas así, gente que lo único que lograba era solapar a toda esa partida de trabajadores malos, esa sarta de vividores que ni producen ni están felices con lo que ganan que solo había una manera de encargarse de ellos, él tenía muchos amigos en las esferas del poder estatal, precisamente uno de ellos encargado de velar por la seguridad pública tenía una empresa de mensajería, hacían la cuestión como si fuese un envío muy especial pero en realidad se encargaban de silenciar a cuanto revolucionario hubiera, lo divertido era que fingían el envío de verdad, así nadie se fijaba en lo que pasaba con la plata que costaba proteger a la empresa, esa es la parte que el escuirrel nunca supo.

La primera cosa que hice como gerente fue traerme al viejo haragán a la oficina, si hubiera querido lo hago ladrar y revolcarse como un perro, como el perro que es, pero no, no lo hice, lo despedí, cómo me hubiese gustado acusarlo de revoltoso pero entiendo que hay cosas que no se pueden hacer, ni modo.

La secretaria de mercadeo ya tiene seguro un aumento, ella sabe porqué, créanme que de verdad se lo ha ganado, mi secretaria que es la viuda de un ex empleado también tendrá uno, la recepcionista de talleres que ahora es secretaria ejecutiva, también tendrá uno, por ahora solo como secretarias las puedo tener, mas adelante, cuándo termine con Alancito talvez pueda darles una gerencia a cada una.

Por lo pronto tengo un problema, he tenido que llamar a los de mensajería, tengo un pendejito que me está jodiendo la vida pues abre mucho la boca, dijo que quería hacer una asamblea de obreros, Lopitos le dicen.

Fin

No hay comentarios: