Recuerdo tus ojos rápidos
y tu sonrisa lenta,
mi juego de silencios,
pierdo tu luz,
mi diamante izquierdo.
Tu mano sobre mi abrigo,
Tu cabello,
miel y trigo bajo el sol,
el sabor dulce que te noté,
no me expulse tu pupila,
no,
castigo que no quiero soportar,
Te perseguí,
no me importa que lo hayas notado,
corta de la escena mi lugar
y habrás podido negar nuestro amor.
Por un destrozo del azar,
vertiginoso camino en que te perdí,
pero aún digo que sí recuerdo
que fue gracioso
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