lunes, 30 de agosto de 2010

-2-

Mis presentimientos tiemblan
Ante cada asomo de certeza,
Los relojes
Tienen las agujas cortadas por la mitad,
Pero hay un silencio
Que anuncia la medianoche…

El silencio es una colección de susurros
Sin dueño

Se ilumina el cosmos de repente,
Una explosión sin sonido,
Llanto sin lágrimas y sin razón de ser,
El universo entero se hace un poquito
Más pequeño

Y cada paso en la dirección (in)correcta
Sigue haciendo temblar
Cada presentimiento mío.

viernes, 27 de agosto de 2010

-1-

Veo la luna inmensa
Y en tanto más la miro
Parece hacerse más grande,
De pronto
Tengo el presentimiento
De que me va a caer encima

Veo alrededor mío
Y ya es tarde

Todo está bañado de plata

Mis temores no eran infundados,
No había cómo escapar de cualquier manera

Opto por escalar las estrellas
Y buscar una nube
Para sentarme a pescar suspiros
Usando luciérnagas como carnada.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La Escena de la Catarsis (fraudulenta). En la misma cueva de ayer estoy listo para empezar la diatriba, ya no existo, soy la sustancia residual que no intenta convencer a nadie, la calma revienta, la espera florece (o muere) no lo sé.

Hay una pira encendida y un quinqué, un pergamino, un ancla, una condición disfrazada de cadena, un escalón, una puerta al infinito y un “Porqué”.

Un catalejo me observa en algún punto estratégicamente localizado entre el infinito y el tiempo contado, debajo del agua persigo al difunto que tiene mi rostro, no encuentro el conjunto de silentes abstracciones con el sueño como botella y un astro como dueño.

Pregunto al vacío por la llama gris y un puente se me extiende del infeliz despertar a la meta de un fatuo ensueño.

lunes, 23 de agosto de 2010

El Ocaso de la Espera. Se supone que la aguja marca el paso, pero empuja la silente luz postrera antes de tiempo.

La cera del museo de los años no se limpia con los paños roídos por las instancias, no, se nutre con fragancias del tiempo.

Ya los engaños de cuantas nocturnidades mostraron ser las histerias (historias no) de miserias. Pronto un haz de obscenidades nutrirá nuestras ciudades imaginarias y un puerto habrá de volverse huerto de cardos y espinos.

Algo me confunde, nada valgo ahora pues ya estoy muerto.

viernes, 20 de agosto de 2010

MANIFIESTO SILENTISTA

Me han invitado a morir
-no quiero-. Vendrán de nuevo
los jinetes del relevo.
Modesto Caballero Ramos

Los Jinetes del Relevo. Estoy de brazos cruzados y una luz por los estrados me dice que estoy de nuevo en un claustro donde el evo se reputa jaula rota; estoy triste, se me nota, una voz me lo repite desde dentro, se derrite la estación bajo una bota de liminal tesitura, mi risa ya no regresa, hay una suerte de espesa niebla donde la altura se confunde en la negrura de la espalda de los astros.

En la faz de los camastros donde las líneas de un foco se revuelven, hay un loco ruido que no deja rastros.

Se supone que me vaya, aunque sin saber a donde.

Una lágrima se esconde de un suspiro que se calla, en mis dedos vibra, estalla la quietud del infinito, de pronto me sale un grito que se pierde, ya no hay eco, ya no hay luz, ya no hay un hueco donde ocultar este escrito, y el ignoto testamento queda huérfano, sin piel, tinta y letra sin papel, sin palabra un pensamiento.

Queda acá el presentimiento como una brisa desnuda.

Un fantasma que me ayuda se remonta al otro lado del espejo.

Lanzo un dado, cae un seis.

La noche muda su domicilio a la par, me detengo, encuentro un signo que dice mucho, un maligno presentimiento al entrar dice que en este lugar ya hubo otro antes que yo y que así como pasó ese silencio, me iré, ¿Cuándo? Eso yo no lo sé, el signo no lo explicó…

miércoles, 18 de agosto de 2010

0249

¿que diferencia haré yo?
de haber nacido en el mejor lugar
tendría los oídos del mundo
para decir la estupidez que quiera
y todo el mundo me aplaudiría…

de haber nacido en el peor lugar
tendría los ojos del mundo
para mostrar la miseria que quiera
y todo el mundo lloraría conmigo…

pero estoy acá en un lugar seguro…
¿?

0251

lunes, 16 de agosto de 2010

0245

¡¡¡quince para las tres!!!

que tal, medio mundo duerme
pues para la otra mitad es de día,
creo que me equivoqué de mitad
para vivir

no me convenzo de este mundo
donde todos morimos igual
pero vivimos diferente,
desde acá quiero que todos
seamos iguales
pero creo que desde arriba
las diferencias se notan más.

¿quien se atrevería a afirmar
que este mundo funciona?
que envidia siento
por ese cúmulo de ignorancia.

viernes, 13 de agosto de 2010

0242

mi ojo derecho me está traicionando ya,
mi cabeza está empezando a doler,
el resplandor de esta hoja blanca
me está matando,
sería tan fácil apagarlo todo
ir a la cama
pero
no sé porqué haría yo eso…

miércoles, 11 de agosto de 2010

0237

me oculto detrás del reloj
de tanto que lo ojeo,
quisiera que el me escondiera del resto del mundo,
¿porqué es que todos estos caminos absurdos
me traen al mismo y pendejo lugar?
me lastimo solo
con las mismas espinas
de las mismas rosas que están
en el mismo jardín,
y no se si es que ando por estos caminos
porque quiero,
porque debo,
porque no hallo la salida
y no puedo…
camino en círculos en torno a la misma cosa,
soy luna
de un planeta

lunes, 9 de agosto de 2010

0234

¿qué tienen mis ojos
que saben cuando ya no quiero ver?
se empeñan en cerrarse,
me castigan tan duro
cuando me obstino
en ver
y ya no quiero…
cuando el resto del cuerpo mío
trata de recrearte en la masa vacía
de las cobijas y el frío del cubrecama
y mis ojos abiertos
te matarían…

viernes, 6 de agosto de 2010

08062010-a

0228

Oh momento sublime
cuando es de noche y ya es otro día,
y para mi no amanece aún
aunque para el resto del mundo
si

me reservo el nombre que estoy pensando
porque a estas alturas
ya es incongruente,
lo he masticado tanto y tanto
que ya no me sabe igual

oh, que las cosas fuesen del color que fueron
el día primero,
imposible

me duelen las piernas
como si hubiese escalado una montaña,
como si guardara una bocanada en el pulmón
de aquel último cigarro,
no se a que se deba,
no es el desvelo,
ni la ausencia clavada en los brazos,
ni el frío de la madrugada,
ni ninguna cosa de las que
deberían ser

es contar una historia
sin hablarte de los personajes
ni de la trama,
ya me lo han hecho

miércoles, 4 de agosto de 2010

Ayer, cuando éramos menos sabios

Aprendí a mirarte de frente
Como quien mira la vía por donde transita,
Como quien mira el destino

Aprendí a oírte
Como la detonación de un latido,
Como el golpe de una bomba

Y te creí,
Me sentí parte del océano tuyo

Aprendí a (pre)sentirte

Te fuiste de mi mano como llevada por el mismo cielo,
Volaste a la primera campanada
Detrás de la medianoche

Me quedo con los días de una primavera sin nombre

Me quedo con los rastros perdidos en una copa seca

Transcurren los ayeres todavía
Uno detrás del otro,
Me siento suspendido entre ellos

Hay una cúpula de aire en un arpegio de guitarra
Y una burbuja que se vuelve campanario

Me pierdo entre tus reposos

Te miro de frente
Como si no te temiera

He escuchado tus pasos desde mucho antes,
Los seguiré escuchando
Ya son ecos

Ayer, cuando éramos menos sabios
Tuve el atrevimiento de quererte
No se ni como

Tengo en mis manos polvo de estrellas
Como residuos de fantasía,
Son partículas de aliento tuyo,
Un beso muerto

Espero que regrese un día como mañana
Pues mañana te veré,
Tal y como siempre lo he dicho

Aprendí a mirarte de frente
Y no se ni para que.

lunes, 2 de agosto de 2010

Último

VII
Estoy mimetizando un recital mezclado con instintos otoñales, los tiempos retratados en vitrales se me hacen de la historia su señal. El canto se hace gotas de cristal rodando del cabello verde musgo, en ámbito experimental sojuzgo la letra como bestia bien domada y un coro de mil aves en parvada se oculta entre el rumor de tarde. Juzgo que el cielo que me observa no es mi cielo, la tierra que me toca no es mi tierra, ni siquiera la atmósfera me encierra, todo esto me es prestado, incluso el velo de la noche y estrellas. El desvelo de repente sea lo único que es mío, pues todo lo demás, también el frío, los voy a devolver tras mi partir, lo único que llevo es mi sufrir, pues ya le di mis lágrimas al río…