sábado, 20 de septiembre de 2008

Un nuevo comienzo


Amanece nuevamente,
Ya la noche terminó,
Una historia comenzó,
Mis lágrimas de repente
dejaron seca la fuente
tras el nuevo amanecer.
Ahora ya puedo ver
que una hermosa mañana
se asoma por mi ventana
pues ya terminó el ayer

La luz me ciega de pronto,
Estuve tanto en lo oscuro,
Pero ese tiempo tan duro
me hizo llegar al ponto.
¿Hacia donde me remonto?
Talvez nunca lo sabré,
pero se que por la fe
el camino que me espera
desde el rió a su ribera
Solo, no lo pasaré…

viernes, 19 de septiembre de 2008

Los Cielos Rojos de Pompeya


Los cielos rojos, ondeantes
sobre los arcos aquellos
de mil astros, mil destellos,
mil chispas aún brillantes,
carbón en los desafiantes
esqueletos que algún día
fueron hombres ¡Que ironía!
Haber tenido poder
y nada poder hacer
mientras la ciudad ardía.

Pavimento en callejones
donde la lava corría,
De pintura y de poesía
se prendían fogarones,
El infierno en borbotones
inundando la ciudad
y el demonio en libertad,
Un azote inconcebible
al espíritu irrompible
que quedó en esa heredad.

¿Cuanto tiempo es necesario
para convertirme en ruina?
Si la muerte que destina
este mísero calvario
bajo el interplanetario
Sol, es una ardiente llama
en que el alma se derrama
para ya no regresar
¿Qué sentido le ha de dar
el suspiro que reclama?

Y esas noches y esos días
en la lejana Pompeya
permanecen como huella
en mil hermosas poesías,
y aquellas memorias mías
serán mi único bagaje
sean memorias ese traje
que cuando parta me vista,
buena suerte al fin me asista
en el tráfago del viaje…

jueves, 18 de septiembre de 2008

Lejano, parte II


Por Walter González

Todos los caminos se parecen, todos los caminos conducen al mismo lugar, todos los caminos sirven y no sirven, todos los caminos son tan seguros, tan confiables, tan largos…

Todos los caminos conducen al mismo lugar, pero es exacto el lugar a donde no quiero ir, tendré que abrir uno nuevo, a ver si salgo por fin…

Sé que un día veré nuevamente la luz del sol, nada será como antes fue, pero sin duda será mejor de lo que hoy es, tal vez deba aprender a vivir sin esas alas, sin esos ojos, ahora que lo pienso, es bastante duro…

Quisiera tener más de una vida, así en otra me evaluaría, sería como verme a mi mismo desde otros ojos, ojalá hubiera varios caminos, y todos fueran hacia arriba, ¿porqué cuesta tanto subir una colina pero es tan fácil deslizarse por un barranco? Quisiera estar frente a una colina cuya cima estuviera abajo, muy abajo, ojalá pudiera deslizarme y caer hacia ella, quisiera ser como la lluvia y alegrarme en tantas gotas, algunas veces reventarme y otras solo esparcirme, quisiera volverme mil picas de hielo y luego mil gotas de agua y luego mil asomos de vapor y luego agua, hielo, agua, vapor, agua, hielo, agua, vapor, agua, hielo, agua, vapor, agua, hielo, agua, vapor…

Todos los caminos me hacen sentir que entre más avanzo por ellos más me alejo de mi destino y regresar, regresar no es una opción…

Todos los caminos conducen a todos los lugares, y todos los lugares son la misma cosa, todos los caminos son tan largos…

Sé que un día llegaré a mi destino, pero no sé si ese día vendrá a tiempo, no me preocupa que venga sino el no saber cuándo será, es que todos los caminos son tan largos y yo estoy tan cansado…

Quisiera tener más de una vida…

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Hombre Globo

Por Walter González

Cómo estás?, si es que aún estás
Ya que al aire siempre vas,
Todo el día allá en el cielo
Has bailado con esmero,

Y es que como vos flotás,
A esta tierra no bajás,
Pero desde aquí te miro
¡Qué fineza!, ¡gran estilo!

Desde acá lucís muy bien,
Pues con helio ayer te inflé,
Poco a poco vos subiste
Y en las nubes te perdiste

Hoy temprano en la mañana
Bajaste de mala gana
A que te inflara otra vez
Pero volvés a las tres,

Todo aquello que a las nubes
Con el aire sube y sube,
Siempre tiene que bajar,
Pero vos te has de tardar

Aun recuerdo a aquel amigo
Que solía jugar contigo,
Mas por ver un día su sombra
Viose grande y que se asombra,

Se creyó un gran personaje,
Confundido el pobre maje,
Gordo inflado pero de aire,
Se llevará un gran desaire,

Por las noches las estrellas
Le manchaban con sus huellas,
El, entonces las tapaba
Y su sombra proyectaba

Como nube se sentía,
Dijo: “al sol yo taparía”,
Fue llegando poco a poco
Hasta aquel brillante foco

El gran astro en carcajadas
Dijo: “quiero ver tu cara”,
Y el globito amenazante,
Se le opuso desafiante,

“Yo te tapo con mi cuerpo”,
Con lo último de aliento
Fue lo poco que diría,
Pues a poco explotaría.

Las estrellas vos tapaste,
A los árboles burlaste,
La estratósfera pasaste,
Y hasta al sol ya desafiaste,

Lo que sube siempre baja
Y en la caída no habrá paja,
Lo que inicia se termina,
La bonanza acaba en ruina,

Hombre Globo miserable
Del pequeño tu abusaste,
Las estrellas que tapaste
Te hacen vil y despreciable,

Cuando al cielo hayas llegado,
Yo con gusto habré esperado,
Cuando en choque de rivales
Seás comida de animales.

En las váparas lejanas,
Aquel sol de mis mañanas,
Va a reírse en desenfreno
De tu tonto y loco sueño.

Ya caíste con tu orgullo,
Hombre hueco de aire inflado,
Pues tu tiempo ha terminado,
Ya no queda nada tuyo

Dulce globo, hijo mío,
No olvidés lo que te cuento,
No dejés en el olvido
Un consejo en este tiempo,

Elevate a las estrellas
Pero siempre se su amigo,
Pues talvez te ayuden ellas,
Van a ser buenas contigo,

Nunca intentés con orgullo
Darle lucha al viejo Sol,
Pues con solo un rayo suyo
Te aniquila y con razón,

No te pasés de ignorante,
Pues la cosa no termina,
Vas a ver más adelante
Que la paga se aproxima,

Otra cosa yo te digo,
Buscate un mejor relleno,
De la tierra hazte su amigo,
Pues el aire no es muy bueno,

Las alturas siempre engañan,
Hacen todo más pequeño,
Te engrandecen, mala maña,
Del planeta te hacen “dueño”

Las caídas dolorosas
En los globos son peores,
Pues cayendo sobre rosas
Terminan en explosiones

Y cayendo en el desierto
Con calor de mediodía,
Te lo digo pues es cierto
Que seguro morirías,

Cayendo sobre los mares,
Es probable que los peces,
O las aves celestiales
Te masacren a piquetes,

Cayendo entre bosque o selva
Uno pierde, sin reserva,
Norte, sur, este y oeste,
Aunque nadie te moleste,

Cayendo entre las ciudades,
No has de hallar otros finales,
No serás más que basura,
Triste, la verdad que es pura

Si bajás luego a mi casa,
Vas a ver qué es lo que pasa,
Talvez no va a ser distinto,
Igual vas a ser extinto

Mas si de aire no te inflamos
¿Por qué “Globo” te llamamos?
Tal vez ese es tu destino,
No importar en el camino.

Hombre globo, hombre lobo,
Hombre bobo, hombre robo,
No sos hombre solamente
Ni tampoco buena gente,

Pero así será tu suerte,
Como el globo que en su muerte,
Creyó ser mucho más grande
Y perdió por ignorante,

Lo que sube de seguro
Con su peso ha de caer,
Tu descenso va a ser duro,
No lo vas a detener

El que más grande se siente
En verdad está vacío,
No le creás porque te miente,
Dale cuerda, amigo mío

Bien pegado a tierra firme
Nunca te vas a caer,
Te lo digo antes de irme
Otro no pretendás ser,

Ve la suerte del globito,
Otra vez te lo repito,
Pensá bien, se consecuente
Si querés ser diferente.

Globo tomado de http://airvoila.com/globo-aerostatico-sonriente-y-feliz/

domingo, 7 de septiembre de 2008

Sucedió el año pasado, Parte V final


DOMINGO:

A pesar de ser domingo los locales comerciales se abrieron, el asueto previo obligaba, ya eran las 10:00 mas o menos y Ana estaba llegando apenas, jadeaba pues venía corriendo, empezó a llenar las vitrinas y a contar el sencillo, el día no sería gran cosa, ya era el tercer año nuevo del que regresaba, ya sabía que esperar, un silencio sepulcral, como si el ambiente estuviera también de resaca, así que siendo el día tan aburrido como era pues le quedaba tiempo de sobra para pensar, tenía mucho en que pensar, mas bien, mas bien en quien pensar, por quien suspirar y sonreír… a pesar del poquísimo tiempo que tenía de conocerlo y de que habían cosas que por ahora no sabía acerca de el, de alguna forma sabía que él era el hombre de su vida, y bueno, en pensar en él se le fue el día entero, ya terminando el día le llamó por teléfono pues habían acordado que el pasaría por Ana, entonces ella, muy bien arreglada apagó todo, cerró habiendo tenido cero ventas ese día, tomó su bolso, mientras iba para afuera venía entrando el Juan, por lo menos venía rasurado (y talvez hasta bañado), cuando Ana lo vio lo quiso evadir y él le cerró el paso –¿Qué pasa Ana?, y ella respondió –Perdone joven, lo que sea que haya pasado entre usted y yo se terminó el año pasado, se abrió paso pues en la esquina de esa misma cuadra le esperaba un Audi beige del año con su nuevo amante dentro.-