lunes, 3 de mayo de 2010

Elogio de un Cuerpo Ajeno, Parte XVI

La sangre

Combustible,
tinta y vino,
maquillaje carmesí que ondula
dentro de ti con
el lenguaje divino que me muestra
que el destino lleva el tono de tus labios
rojos
como los agravios de guerras nunca ganadas,
tus glóbulos son
almohadas para el sueño
de los sabios.

No hay comentarios: