viernes, 27 de noviembre de 2009

Se escucha como un eco multiforme
mi escasa relación con el pasado,
no voy, ya me escapé de la hecatombe
no soy, ya fui sirviente, ya fui esclavo.

Me estoy desvaneciendo en otra vida
de un mondo ser que no nació en la tierra,
soy chispa entre las huellas de ceniza
que todavía se quedan en la hierba.

De tres diademas blancas una tengo,
las otras dos se han vuelto siluetillas,
igual que un ave que cruza el desierto
y una serpiente en la piedra caliza.

El trecho a recorrer es la faena,
un duro transitar, un sube-sube
de la costa hasta el río y su ribera,
del polvo de la noche hasta la cumbre

Se desintegra el ruido de mis pasos,
la marcha es una cuesta sin salida,
(mis pasos ya se están desintegrando)
la cúspide es una muerte tranquila.

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