Quiero escuchar una nueva voz
que me cuente nuevas desventuras,

incendiar una noche algún campo y correr
como un vano espejismo lo haría,

quiero saltar con la mano vecina
tomando la mía una vez,

no se si la noche se deje incendiar,
mientras tanto es mejor si lo intento,

que mas da, si la noche se vuelve a estrellar
no hay porqué no robarme algún astro,

que mas da, si la noche se vuelve a estrellar
no hay porqué he de esperar otra noche.

Se escucha como un eco multiforme
mi escasa relación con el pasado,
no voy, ya me escapé de la hecatombe
no soy, ya fui sirviente, ya fui esclavo.

Me estoy desvaneciendo en otra vida
de un mondo ser que no nació en la tierra,
soy chispa entre las huellas de ceniza
que todavía se quedan en la hierba.

De tres diademas blancas una tengo,
las otras dos se han vuelto siluetillas,
igual que un ave que cruza el desierto
y una serpiente en la piedra caliza.

El trecho a recorrer es la faena,
un duro transitar, un sube-sube
de la costa hasta el río y su ribera,
del polvo de la noche hasta la cumbre

Se desintegra el ruido de mis pasos,
la marcha es una cuesta sin salida,
(mis pasos ya se están desintegrando)
la cúspide es una muerte tranquila.

Piel

Tu piel es un abrigo de derrotas,
es superficie de agua derretida,
tu piel es un residuo de mi vida
es un papel con invisibles notas

tu piel es una carta donde rotas
desilusiones viven como herida,
tu piel es una chispa desvestida
que toma de la lluvia treinta gotas

y al fin el desenfreno de tu piel
se pierde en un lejano territorio
del que soy extranjero permanente

mientras que mi emoción vuelta papel
se invierte en un destello transitorio
de letras, de canción en un torrente

Un Pensamiento

Es solo un pensamiento, una ocurrencia
y se que puede parecer extraño
que el tiempo sea distinto año con año,
que nos transforme tanto nuestra ausencia

Es solo un pensamiento, una insistencia,
pensar que el tiempo nuevo es un engaño,
un hálito colgando en un escaño
donde no hay nada, donde no hay presencia

de alguna vez pretérita, de un giro
que haya el destino dado, de un respiro,
de un acto, de un residuo, de memorias…

no importa, compromisos no nos atan,
ni voces que en la sombra nos delatan,
ni hay voces, ni hay rumores, ni hay historias.

Ayer, cuando éramos menos sabios…

Aprendí a mirarte de frente
Como quien mira la vía por donde transita,
Como quien mira el destino

Aprendí a oírte
Como la detonación de un latido,
Como el golpe de una bomba

Y te creí,
Me sentí parte del océano tuyo

Aprendí a (pre)sentirte

Te fuiste de mi mano como llevada por el mismo cielo,
Volaste a la primera campanada
Detrás de la medianoche

Me quedo con los días de una primavera sin nombre

Me quedo con los rastros perdidos en una copa seca

Transcurren los ayeres todavía
Uno detrás del otro,
Me siento suspendido entre ellos

Hay una cúpula de aire en un arpegio de guitarra
Y una burbuja que se vuelve campanario

Me pierdo entre tus reposos

Te miro de frente
Como si no te temiera

He escuchado tus pasos desde mucho antes,
Los seguiré escuchando
Ya son ecos

Ayer, cuando éramos menos sabios
Tuve el atrevimiento de quererte
No se ni como

Tengo en mis manos polvo de estrellas
Como residuos de fantasía,
Son partículas de aliento tuyo,
Un beso muerto

Espero que regrese un día como mañana
Pues mañana te veré,
Tal y como siempre lo he dicho

Aprendí a mirarte de frente
Y no se ni para que.

Asombro VII

Ojalá nuestros caminos fuesen uno nuevamente,
Retengo no sé que tanto de cada sueño,
Me opongo a morir de tus recuerdos

En verano soy espejismo que se vuelve arcoiris tras la lluvia,

Soy el escalofrío que recorre tu espalda cada invierno,

A veces te quiero y a veces te percibo como una sombra lejana
Pero vives todavía, como sombra o como luz
¿Qué importa?…

Asombro VI

Como si no te hubiera visto
Y vivido con un sol de medianoche

La noche se intercaló entre dos días eternos,
Su raíz se clavó profundo,
No tengo prisa por encontrarte de nuevo

Los pordioseros frente a los portones nuevos
Aprovechan las despedidas,
Son heraldos negros

La negrura del sueño muerto,
Tus mensajes nunca llegados,
Nunca dichos,
Son la contestación que recibo
Como si no te hubiera visto

Asombro V

Vestida de blanco
Con una campana de nubes y una lágrima mía,
Cristal en reflejo de tu faz en el oro del residuo en una copa,
Un suspiro de whiskey y algodón

El vino tinto se hizo cofre;
La ilusión, una capilla

Los verdes jardines se hicieron azules,
La dicha tuya es un fantasma en silla de ruedas

Vestida de blanco
Con una ventana de luces

Asombro IV

Friends,
Dados al mundo para estar juntos
Al menos una vez

Esencia y reflejo de un chisme
Del que somos actores y autores

Dos cuadras de la 7ª avenida
Y nosotros tan juntos
Casi de la mano

Sombras caídas sobre nosotros,
Atardecer perdido
Y un par de medias escondidas
Bajo el asiento de tu camioneta

Cambió tanto tu voz no obstante,
Y el abrazo de tus brazos se hizo gris

Un secreto se me vuelve juramento
Que estoy cumpliendo diariamente…

Que no somos otra cosa…

(¿)Que nunca lo hemos sido(?)

Asombro III

Duermes todavía
Como aferrándote al ayer,
Ya no recuerdo lo que pasó anoche,
No importa,
Tu rostro dormido
Con una sonrisa interna
Me dice que sigues viviendo ahí.

Asombro II

Eres la fotografía de una noche vestida de blanco,
La luz en el cubrecama del domingo con dos almohadas,
Una taza de café sin fondo

Queda de tu sombra la parte solitaria que se pierde a media luz,
Guardo con tu letra las palabras que escribías para ti misma
Y la marca de un garabato de tu lápiz sin borrador

Me siguen tus sueños como linternas en una ciudad muerta,
Se empañan mis anteojos con el vapor que al tocarme se hace tu aliento,
Eres el mástil de la cruz en que yo solo me he crucificado,
Te tengo en mis labios como nombre, como suspiro y como beso

Sigue en suspenso la respuesta para la que no hay pregunta
Y un verso que nace como nacen los insomnios se quema antes de nacer
Tu voz se pierde en la silueta de mi soledad
Eres la radiografía de una noche desnuda de estrellas

Asombro I

Pude verte contemplándote a ti misma,
No sé si es la rutina silenciosa de pensarte a cada rato
O el simple parloteo automático de la risa en un eco apagado
Pero algo me detiene en el quicial de entre tu recuerdo y mi sueño

A veces me atrevo a dudar de haberte de verdad conocido,
A veces me atrevo a desvestirte en mis recuerdos
(como lo hice cuando no eran recuerdos sino sueños)
Y me quedo igual, un retrato blanco pegado a una pared blanca

De la primera vez que te saludé me queda el martes y la textura de tu mano

Yo soy parte de esos muros

Un ave más del jardín
es materia insuficiente
para decirse presente
con un aleteo sin fin.
Se desprenden del confín
en los senderos oscuros
los lamentos prematuros
impregnados de canción,
mientras grito a la estación
Yo soy parte de esos muros

Una especie de inocencia
es un tatuaje de ti,
nunca yo lo descubrí
hasta que sentí tu ausencia,
instinto con poca ciencia,
mezclado con los conjuros
de mi voz entre sulfuros
que suavemente repiten
lo que los cielos admiten,
Yo soy parte de esos muros

Solo tú comprenderías
lo que intento disfrazar
en mis versos que al azar
se hacen fatuas joyerías,
supe que no volverías
al toque de mis cianuros,
ni los dichos inmaduros
escucharía en tu voz,
sabes tú y lo sabe Dios,
Yo soy parte de esos muros

Mis brazos están podridos
por una ausencia de luz,
son dos clavos y una cruz
los que siento en los latidos
que en mi pecho consumidos
son paseos inseguros,
un dolor se va en impuros
suspirares de un ayer,
mientras que tu eres mujer
Yo soy parte de esos muros

¿De qué va la dicha tuya
si la noche te seguía?
¿De qué va la dicha mía
sin un calor que me incluya?
Voy procurando que fluya
de una vez a los futuros
invernales campos duros
tu realidad casi incierta,
y tras tu ventana abierta
Yo soy parte de esos muros

De verde y gris los murales
con que tu risa se funde,
un adiós que me confunde
se transmuta en los rituales
de luz en que sobresales
tras nubes en claroscuros,
vitrales en desfiguros
grotescos son mis presentes,
si en el viento me presientes
Yo soy parte de esos muros

Voy de aquí a los mausoleos
permanentes de la noche,
Voy al astro que cual broche
sella océanos europeos,
razonar de maniqueos
al fuego de tus apuros,
al diablo los extramuros,
al cuerno los limitantes,
somos dos los militantes,
somos parte de esos muros