lunes, 23 de febrero de 2009

Narrativa corta: La Sin Nombre

El problema que ella tenía era el menospreciarse, tanto que ni nombre usaba, ¿para qué?... nadie había de necesitarla ni de preguntar por ella, eso creía y… bueno, la verdad es que nunca había sido importante que ella precisamente tuviese un nombre, mucho menos donde vivía, era como si fuese extranjera, como si estuviese de paso nada más, todos los que la hallaban en su transitar creían eso, talvez por eso mismo nadie le prestaba mucha atención. Hasta el sol la atravesaba, no la tomaba en cuenta, por ello no proyectaba sombra… Nadie la llamaba, a nadie le interesaba que tuviese un nombre…

…se marchó…

…entonces fue que los hombres dejaron de admirar, de alabar, ya no había canción, ya no había poesía. Ciertamente nadie parecía extrañarla, ella misma a la distancia vio hacia atrás, tiró un par de lágrimas y decidió que lo correcto era marcharse, el mundo ya no le necesitaba, de hecho, quizá nunca la haya necesitado…

…la vida se volvió monótona y triste para ella pues hablaba y nadie le oía, empujaba y nada se movía, reía sola, nadie veía sus dibujos…

…los hombres se volvieron primarios, demasiado sofisticados, ya no había contemplación, era todo acerca de hacer dinero solo para tener como finalidad el hacer dinero, se habían vuelto tan salvajes, tan básicos, comer, dormir, despertar, trabajar, morir, esa era la única razón del ser, comer, dormir, despertar, trabajar, morir…

…ya nada crecía, la humanidad estaba estancada, eran solo un rebaño inmenso que caminaba sin rumbo, había dos que no querían tener nombre para que no las identificaran pero sí tenían, Ambición y Codicia, ellas empezaron a gobernar descaradamente y todos iban por el camino de ellas, no había opciones…

…el lenguaje se había vuelto primario también, algunos verbos cayeron en desuso, compartir, crear, imaginar eran términos anacrónicos, soñar era algo que no sucedía, leer y escribir eran verbos que únicamente aplicaban para títulos de crédito y de propiedad…

…ya no había romance…

…ya no había niños…

Entonces y sólo entonces ella se dio cuenta de que su trabajo era realmente importante, no podía dejar a la humanidad atrás, se habían vuelto larvas que iban a convertirse quién sabe en qué…

Comprendió que no importa pasar inadvertida, su trabajo es ese, no ser vista con los ojos, ni oída con los oídos, ni llamada con palabras, no, por eso es que no tiene nombre y no lo necesita, pero viene sobre el hombre y lo toca justo en el corazón y brota la música y la poesía, nacen las canciones y la ilusión, allí es que tiene sus hijos…

…suspiró y dio gracias a Dios quien la creó por haber sido todo esto un sueño…

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